sobre el 2º Gobierno de Rosas
José
Maria Rosa (1986) – Enrique Barba (1962)
Ley
de Aduanas
Rosa
estaba a favor de la ley de Aduanas ya que se decía que
gracias a esa ley, se empezaron a fortalecer nuevamente las
industrias del interior y Bueno Aires se llenó de fábricas,
algunas de las cuales alcanzaron un gran adelanto técnico.
Barba en cambio, estaba en contra,
porque decía que esta ley no libraba a las provincias de la
tutela porteña. En efecto el sistema comercial seguía
siendo el mismo. La economía nacional y la iniciativa privada
debían ajustarse, prácticamente, a los dictados de
Buenos Aires.
Nosotros estamos de acuerdo con
Barba, porque es verdad que por la ley de Aduana las demás
provincias se veían obligadas a respetar los dictados de
Buenos Aires ya que Rosas quería eso, y lo hizo vigente cuando
sólo dejó al puerto de Bueno Aires en habilitación
para el comercio de ultramar.
Debate
entre Ferré y Rojas y Patrón
¿Rosas
Cambia de ideas?
En
1830 el representante bonaerense, se oponía a la política
aduanera que reclamaba Ferré, con el argumento de que una
política así resultaría en una suba de los
precios de los bienes de consumo. Además, disminuiría
el comercio internacional y perjudicaría a las provincias,
como Buenos Aires, Córdoba, Corrientes, Santa Fe y Entre Ríos,
que vendían al exterior sus productos.
En
1831, sin la participación de Corrientes, las provincias de
Buenos Aires, Santa Fe y Entre Ríos firmaron el Pacto Federal.
Cuando en mayo de ese año, la liga del interior se derrumba,
las provincias que la conformaban, se unieron al Pacto.
Rosas cambia de idea y se oponía
al proteccionismo cuando el Pacto dio como resultado una organización
confederal que duro hasta 1852. Rosas en ese momento cambia de idea
porque sino las provincias que reclamaban es organización se
volverían a poner en contra y eso traería mas desorden.
Interpretación
sobre el segundo gobierno de Rosas según E.M. Barba
Rosas
había sido nombrado gobernador de Buenos Aires por 5 años.
La Sala acordaba al nuevo mandatario la suma del poder público.
“El hecho es inaudito y monstruoso, pero va revestido de todas
las exterioridades de la ley”. La entrega de este beneficio
perjudica en todos los sentidos el sistema republicano hasta en
entonces imperante.
La
figura de este gobernador tomo el poder si precaución y medir
posibles consecuencias. Tomo el control del enemigo e impuso un
sistema político orientado al federalismo. No obstante este
gobierno tiene ciertos rasgos unitarios, y consigo la centralización
de Buenos Aires
E.M Barba, “Formación de
una tiranía”, en Academia Nacional de la Historia,
Historia de la Nación Argentina, tomo 7, segunda parte,
Buenos Aires, El ateneo 1962.
Interpretación
sobre el segundo gobierno de Rosas según C.Ibarguren
Carlos
Ibarguren dice que el poder omnipotente ejercido por Juan Manuel de
Rosas fue el resultado necesario luego de un proceso de anarquía
política producida por la Revolución de Mayo. Rosas se
consagra como jefe supremo de este movimiento, debido a la larga
duración de su mandato, y el régimen dictatorial
impuesto por el gobernador su gobierno se caracteriza como
trascendental y revolucionario. Se marca una distinción en la
historia antes y después de la gobernación de Rosas.
Por otro lado se rescatan dos importantes atributos en su mandato. La
unidad nacional producto de alianzas y pactos entre las provincias y
la maduración de los elementos forjaron la organización
constitucional luego de su caída en 1953.
C.Ibarguren, Juan Manuel de Rosas. Su
vida, su drama, su tiempo. Buenos Aires, Theoría, 1972
(16ª edición)
Una
Interpretación reciente – Ricardo Salvatore
A
diferencia de Carlos Ibarguren y M. Barba, Ricardo Salvatore trata el
tema y tiene una visión desde el concepto de “imaginario
político. Eso refiere a la imagen de la realidad que una
sociedad tiene en un momento determinado y las vías que se
consideran legítimas en ese momento para solucionar sus
problemas. Según Salvatore los rosistas veían al
régimen impuesto por Rosas como una especie de continuidad de
la república buscada luego de la Revolución de Mayo. El
historiador no considera que la gobernación haya sido sinónimo
de desorden, todo lo contrario. Define el mandato de Rosas como
“orden federal” y describe cuatro elementos que conforman
este orden.
El
primero estaba compuesto por una sociedad básicamente moderna
conformada a partir de la difusión de la propiedad privada de
la tierra y en relaciones de igualitarias entre vecinos propietarios.
El
segundo elemento describe la amenaza unitaria sobre la república
federal. Los unitarios eran un grupo de conspiradores con el objetivo
de desequilibrar el orden nacional.
El
tercer elemento refiere a la defensa del Sistema Americano, una
confraternidad de repúblicas americanas enfrentadas con las
ambiciosas monarquías europeas.
Y
por último el cuarto elemento que respondía a los
objetivos principales del régimen Rosista. El orden
republicano requería restaurar el orden social, calmar las
pasiones de la revolución para poder funcionar. El federalismo
rosista pretendía preservar la independencia política y
la paz en la Confederación. El orden que prometía
restaurar el federalismo rosista era a la vez un orden económico,
político y social.
En
consecuencia “No tiene sentido valorar a Rosas desde los
principios liberales que el rosismo nunca se propuso defender”
R.Salvatore, “Consolidación
del régimen rosista (1835-1852)”, en N. Goldman (ed.),
Nueva Historia Argentina, tomo III: Revolución,
República, Confederación
(1806-1852), Buenos Aires,
Sudamericana, 1998.
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